Salario mínimo interprofesional | Todo lo que debes saber en 2020

Salario mínimo interprofesional | Todo lo que debes saber en 2024

Uno de los mayores engañabobos del momento: el Salario Mínimo Interprofesional. Y es que, nuestros sabios gobernantes nos toman por tontos, bobos e idiotas. Solo buscan el enfrentamiento entre ciudadanos. Siempre hay que inventarse un enemigo. Y luchar contra él.

La estrategia siempre es la misma: elegir un término y bombardear con él. Ahora le toca el turno al salario mínimo interprofesional. Y no solo me refiero solo a las progresivas subidas del SMI. Me refiero a las noticias acerca de el Salario Mínimo Interprofesional de [poner aquí país] es de [poner aquí cifra] euros. Curioso que a todos los que lo usan de arma (políticos, periodistas y economistas) el salario mínimo interprofesional les importa un pimiento y no les afecta en nada. Además ninguno te dice cuánto cuesta un litro de leche, una barra de pan, un litro de gasolina o una pechuga de pollo en [poner aquí País]

Y el objetivo de esa estrategia es simple: generar tensión y enfrentamiento. Todo se reduce a un argumento simple: subir el salario mínimo interprofesional es bueno y todo el que no lo vea así es un monstruo. 

Soy un monstruo por oponerme a la subida del salario mínimo interprofesional

Pero para entender que el Salario Minimo Interprofesional no es la panacea que nos venden y que su existencia no es tan buena como la pintan, tenemos que ir por partes.

Contenido

¿Qué demonios es el salario?

Si buscas salario en Google, lo primero que te suele mostrar es la wikipedia. Te ahorro el trabajo, pone esto:

El salario, paga o remuneración​ (también llamado sueldo,​ soldada​ o estipendio​) es la suma de dinero que recibe de forma periódica un trabajador de su empleador por un tiempo de trabajo determinado o por la realización de una tarea específica o fabricación de un producto determinado. El pago puede ser mensual, semanal o diario, y en este último caso recibe el nombre de jornal, del término jornada.

Fuente: Wikipedia:salario

Y luego se empieza a ir por las ramas con latinajos, antecedentes históricos, disquisiciones sobre tiempo de trabajo efectivo, retribuciones en especie. Un coñazo. Así que, siendo realistas y prácticos, vamos a ver qué es realmente el salario:

El salario es la cantidad de dinero total que invierte el empresario en retribuir el trabajo de cada empleado. Que si, que luego a final de mes, en la mayoría de los casos, lo que te ingresan en concepto de nómina es una mierda. Pero para el ámbito de este artículo, esta definición es perfecta. Porque, fíjate, he resaltado «invierte». El salario es una inversión pero, el error generalizado de este país es que la mayoría de los empresarios lo consideran un gasto. La misma contabilidad lo denomina como Gastos de Personal. Es curioso que, cuando una máquina reemplaza a un trabajador, se considera inversión, con sus amortizaciones, deducciones y demás ventajas fiscales….

Recurramos de nuevo a la todopoderosa Wikipedia, dentro de la amplitud del concepto inversión, encontramos esto en el contexto empresarial:

La inversión se refiere al empleo de un capital en algún tipo de actividad económica o negocio, con el objetivo de incrementarlo

Fuente: Wikipedia:inversion

¿Deberíamos considerar el salario una inversión? Pues si, está claro ¿no? Y así se considera en muchas de las economías modernas. Déjame que te desilusione, España no es una economía moderna. Ni de lejos. Arrastramos un retraso histórico de décadas con respecto al resto del mundo avanzado. Causas geopolíticas, ubicación geográfica, períodos de autarquía…

Yo lo tengo mucho más claro: perdemos tiempo y recursos en debates estúpidos, en mirar hacia atrás y en discutir si son galgos o podencos. Ya te lo dije al principio: inventarse un enemigo y generar lucha y enfrentamiento. Si nos centráramos en avanzar, nos irían mucho mejor las cosas. Pero viendo el nivel de los que tripulan el barco, bastante tenemos los marineros con achicar agua para mantenerlo a flote.

Por suerte hay empresas como las tecnológicas que, por tener que competir en entornos globales, entienden esto. Y consideran el salario una inversión y al trabajador un activo. Y, en sectores como el de detallistas de alimentación, tenemos al Tito Roig que lo entiende a la perfección y a los alemanes de Lidl que también lo tienen muy claro. Todos pueden tener la misma tecnología, pero tener a los mejores trabajadores, los que reúnen las mejores competencias, está al alcance de los que mejor retribuyan a esos trabajadores. Y no solo en términos económicos sino en términos de calidad de vida.

¿Cómo se establece el salario? La maldita negociación colectiva

Vamos con otro de los errores más extendidos acerca del salario: ¿quién determina el mismo? Aquí deberíamos ampliar un poco más la definición del salario y añadirle una conclusión: tanto vales, tanto cobras. Porque el salario debería ser el precio de tu trabajo. Pero salvo contadas excepciones, esto dista mucho de la realidad. ¿Cual es la realidad de la fijación de salarios?

Pues que una vez al año o cada dos o tres, que estas cosas estresan mucho, se juntan unas personas alrededor de una mesa, finjen una acalorada discusión, amagan con levantarse de la mesa unos y convocar huelgas los otros y, cuando el hambre aprieta, se levantan de la mesa, llaman al que mejor móvil tienen y sacan la foto de un apretón de manos. Y se van a comer una mariscada para celebrarlo.

Los tragones de la negociación colectiva
Los tragones de la negociación colectiva

Míralos a los ojos ¿tu crees que les importa un comino tu salario? En toda negociación real siempre pierde alguien, por lo general, ambas partes ceden y acaban perdiendo. Vuelve a mirar la foto ¿identificas al perdedor? Pues claro que no, porque el perdedor somos tú y yo. Y la foto está elegida a propósito. Estos son la élite de la negociación colectiva, lo mas de lo mas. Los mejores. Imagina al resto, a los que están por debajo.

En esa foto no ha perdido nadie, han ganado todos. Unos porque han ligado el aumento del salario a algo tan artificial y manipulable como el IPC y otros porque han «logrado» un aumento del sueldo de sus bases…. Pero en toda negociación alguien cede parte de sus beneficios y bienestar. Te lo repito: esos somos tú y yo. Y esta es una de las grandes mentiras acerca de los salarios: la negociación colectiva. La otra es la fijación por ley de un salario mínimo interprofesional. Pero enseguida llegamos a esa. Vamos primero a desmontar esta

Las tablas salariales de los convenios colectivos

No nos engañemos, cuando consultamos nuestros respectivos convenios colectivos, salvo operación, fallecimiento de familiar o nacimiento de hijo, lo hacemos para consultar los apéndices de los mismos: las tablas salariales. Que son las que determinan lo que cobran el 99.99% de los trabajadores afectados por el convenio. Y fíjate que sabios son los que intervienen en esa negociación colectiva que son capaces de determinar lo que cobraremos a dos y tres años vista. Y para eso que mejor herramienta que el IPC. Esto merece una ovación.

¿Qué narices es el IPC y como se calcula?

Sorpresa, no nos vamos a la Wikipedia. Aquí Google entiende que si buscas IPC te importa un bledo lo qué es y cómo se calcula. Así que te lleva a la página del INE. Aquí de primeras tampoco te cuenta en qué consiste o como se determina. Si buceas un poco acabas en un pdf del 2016 de 56 páginas… Joder, algo tan importante y está enterrado casi en la dark web. ¿Porqué será? ¿no lo adivinas? Porque no les interesa que lo conozcas. Y te lo venden como algo muy complicado de entender, muy técnico y oscuro, reservado a grandes mentes… Como los de la foto de más arriba, que se les ve muy preparados.

A ver como te lo resumo sin caer en ese oscurantismo:

  1. El IPC es la abreviatura de indice de precios al consumo
  2. Un índice es un indicador que mide la variación temporal de un fenómeno económico con respecto a un momento determinado del tiempo.
  3. A ese momento determinado se le llama base del índice.
  4. En ese momento el indice tiene un valor de 100.
  5. El fenómeno económico que mide el IPC es tu propia supervivencia: tienes que comer, tienes que viajar, pagar un alquiler o una hipoteca, comprar medicinas, hacer regalos… Lo que viene siendo vivir y, por tanto, sobrevivir.
  6. Para vivir, pagas unos precios por unas cantidades determinadas de bienes y servicios

Así que el IPC, ese indicador que, entre otras cosas, decide como evoluciona tu sueldo, mide como cambian esos precios y esas cantidades a lo largo del tiempo.

Fenomenal ¿verdad? La vida sube y, gracias al poder sindical, la lucha obrera y la defensa de los derechos de los trabajadores, el enemigo te tiene que subir el sueldo también. Qué curioso, otra vez el enfrentamiento. Pues no, nos es tan fenomenal a menos que seas la única persona en España que su cesta de la compra mensual coincide al dedillo con la que se establece para medir el IPC. Porque…

  • ¿De cuantos miembros es la unidad familiar en la que se basa el IPC?
  • ¿de cuántos vehículos dispone para desplazarse al trabajo?
  • ¿Cocinan con gas natural, batano o electricidad?
  • En caso de tener hijos, ¿están en edad preescolar, en el instituto o en la Universidad?
  • ¿Viven en Zamora, Madrid o Don Benito?
  • ¿Alquiler o hipoteca?

Esto ya empieza a no ser tan bonito como lo pintaban. Porque no todos tenemos los mismos gastos y, mucho menos, tenemos los gastos del modelo de la cesta ideal del IPC. Pero es que, además, existen desigualdades flagrantes en función de la Comunidad Autónoma en la que residas. Vivir de alquiler en Madrid no vale lo mismo que en Albacete. El combustible varía en función de la fiscalidad de las autonomías. No todos los territorios disfrutan de las mismas subvenciones….

Y, por si aun no te has dado cuenta, el IPC es muy sencillo de manipular. Basta un ligero cambio en la metodología de cálculo o en la composición de la cesta o en el lugar donde se miden los precios o en la ponderación territorial para que el IPC varíe considerablemente.

Así que ligar los salarios al IPC, pone en manos del Gobierno de turno, el importe de tu salario. Y ahora pensarás:

  • Si el Gobierno es de derechas, lo manipulará para favorecer al empresario
  • Si el Gobierno es de izquierdas, beneficiará al trabajador…

Pues no, el Gobierno buscará siempre beneficiarse a si mismo. Deja de buscar al enemigo que te señalan, porque el verdadero enemigo son ellos. El ejemplo más claro lo tenemos cuando había que cumplir los criterios de convergencia para entrar en la zona euro. Uno de ellos, el primero, habla sobre la estabilidad de precios:

La tasa de inflación no puede exceder en más de un 1,5 % la tasa de los tres Estados miembros con mejor comportamiento.

¿Esa es la meta? Pues fácil, se adapta el IPC y se cumple el objetivo. Porque hay otro que habla del porcentaje de deuda sobre el PIB y ese, no lo cumplimos ni de coña, pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

O se determina que las pensiones se van a subir en base al IPC. Maravilloso, ¿a qué si? ¿Y quién controla el IPC? Los mismos que controlan la fiscalía.

¿Y entonces, como debería fijarse el salario?

Ya tenemos claro que no hay una mente superior capaz de determinar el salario de todos y cada uno de los sectores. Que la unión de mentes brillantes de las que disponemos (sindicatos y patronal) tampoco es eficaz porque cada uno mira por sus propios intereses y no por lo que dicen representar. Además hemos dejado claro que el salario es el precio de nuestro trabajo. Y, los que madrugamos todos los días para trabajar, sabemos que, dentro de una misma empresa, existen dos tipos de trabajadores:

  • Los que van a trabajar, con compromiso e implicación y ganas
  • Los que van al trabajo, 8 horitas y que pasen rápido para irme a mi casa

¿Los dos tipos son igual de productivos para la empresa? No. Y sin embargo, gracias a esos genios brillantes que intervienen en la negociación colectiva, a igualdad de categoría y puesto, ambos cobrarán lo mismo. Y, como ya te habrás dado cuenta, cobrarán en base a lo que produce el segundo tipo de trabajador. Es el que solo va al trabajo el que fija el salario de los demás. De lo contrario las pérdidas acabarían con la empresa.

Así que la próxima vez que vayas a currar, dale las gracias por tu sueldo al compañero gracioso, vago y nada comprometido que decide lo que cobras a fin de mes…

En un mundo ideal, lejano al que nos encontramos, la fijación de salarios debería ser individual. Pero hay tantas rigideces en el mercado laboral que lo dejamos todo en manos de unos personajes que solo buscan su beneficio, no el nuestro. Y así nos luce el pelo con el dichoso Salario Mínimo Interprofesional.

Ahora sí, la trampa del salario mínimo interprofesional sus mentiras y sus nefastas consecuencias

Ya sabemos que es el salario y como se fija. Vamos con el dichoso salario mínimo interprofesional y sus respectivas subidas que, las mentes brillantes nos venden como la solución mágica a todos nuestros problemas. La manera más simple de demostrar la falsedad de este argumento es bien sencilla: su arbitrariedad ¿Porqué no un salario mínimo interprofesional de 1500? ¿De 2000? O mejor aun, Salario mínimo Interprofesional de 3.789 € al mes. ¿No crees?

El salario mínimo interprofesional es una barrera de entrada al mercado de trabajo

Así como suena. La fijación por ley de un salario mínimo interprofesional está expulsando y alejando del mercado laboral a un colectivo importante de personas. A todas aquellas dispuestas a trabajar por una cantidad menor al salario mínimo interprofesional. Seguramente acabo de disparar todas las alarmas social progresistas en tu cabeza. ¿Trabajar por menos del Salario Mínimo Interprofesional?

Como ya hemos hablado en la parte de ligar el salario al IPC, no todas las familias y personas somos iguales y tenemos las mismas circunstancias. Existe gente dispuesta a trabajar por menos del Salario mínimo Interprofesional porque cobrar algo es mejor que nada, porque es un segundo sueldo en la familia que sirve de auxilio o porque tiene otras necesidades cubiertas y no le es necesario tanto dinero.

Además existen puestos de trabajo que no producen el beneficio suficiente para cubrir el coste de ese Salario Mínimo Interprofesional, pero se podrían cubrir por un 80% o 90% del mismo. Esos puestos de trabajo se quedan vacíos. Y parte de sus funciones deben ser asumidas por el resto de trabajadores. O sea tú y yo.

Y si pensamos en jóvenes que buscan su primer empleo, poco cualificados y sin apenas experiencia. Esta subida del salario mínimo interprofesional los aleja un poco más del mercado de trabajo. Porque no podemos olvidar, que además del sueldo, ese tipo de trabajador necesita una inversión en formación. Y que la falta de experiencia muchas veces provoca errores. Y los errores cuestan dinero. Solo hemos conseguido que incorporar un trabajador de este tipo, sea un poco más caro. Y, a igualdad de precio (salario) ¿tu no eliges las mejores prestaciones? Pues el empresario también.

El salario mínimo es una herramienta para luchar por un salario justo

Por otro lado, lo creas o no, existen miles de pequeñas empresas y autónomos que son los que generan empleo de verdad en este país. Porque cuando oyes la palabra empresario se te va la cabeza a grandes fábricas, chimeneas y personajes gordos y orondos fumando puros en el asiento de atrás de sus coches de lujo. Y no, de esos cada vez quedan menos. La mayor parte del empleo en España lo generan las Pymes, en concreto el 66%, dos terceras partes. Solo el 0.16% de las empresas de este país cuentan con más de 250 trabajadores.

Porcentaje de pymes España 2019
Porcentaje de pymes España 2019

Vamos a centrarnos en ese 1.143.015 empresas que tienen entre 1 y 9 asalariados: la peluquería de Pepa, la panadería de Juan, la mercería de Antonio, el bar de Julián, el Kiosko de Lola, la tienda de Ramón… ¿Que porqué debemos centrarnos en ese tipo de empresas. Una imagen vale más que mil palabras:

Porcentaje de empresas por tamaño 2019 España

Como ves, el Salario mínimo interprofesional no afecta a ese concepto de empresario que te venden los políticos. La mayoría de esas grandes empresas cuentan con convenio propio. Os invito a que busquéis alguno de esos convenios. Echad un vistazo al número y la cuantía de pluses que se contemplan. Y mirad bien las tablas salariales. Correcto, muy por encima de los convenios sectoriales autonómicos y nacionales.

Ya te lo he dicho antes, cuanto mas concreto es el ámbito de negociación, mas real es la misma, más se implican las partes y mejores condiciones obtiene el trabajador. Porque la parte sindical siente en el cogote el aliento de los que representa. Porque la patronal ve más cerca los efectos de las medidas de presión. Aquí se negocia de una manera más real.

A tí, españolito que ves la tele, te han contado que la subida del salario mínimo interprofesional es una herramienta para luchar contra el empresario explotador. La verdad, a ese empresario de cuento de miedo que te pintan, si existe, le importa tres cojones la subida del salario mínimo. Si, así como suena, porque apenas un 1% de su plantilla cobrará el Salario Mínimo.

El salario Mínimo interprofesional a Pepa, Juan, Antonio, Lola, Ramón. Ellos son los que tienen dos o tres empleados. Ellos son los que llegan justos a fin de mes. Porque Pepa, juan, Antonio, Lola y Ramón no son empresarios explotadores. Y como ellos, decenas de miles de pequeños autónomos con un puñado de empleados. Porque son conscientes de que no solo está en juego su medio de vida, sino el pan de las familias de la gente que trabaja con él. Y es a ellos que luchan a diario junto a sus empleados a los que más afecta la subida del Salario mínimo Interprofesional.

Porque, telespañolito, te han dicho tus brillantes políticos que el empresario es un monstruo explotador que se enriquece con el sudor de tu frente. Porque a ellos les interesa que exista un enemigo contra el que luchar. Y si no existe hay que inventárselo. Puestos a darles la razón en ese perfil de empresaurio, como ves en el gráfico de arriba solo serían un 6% del total. El otro 94%, casi tres millones, son autónomos o pequeños empresarios. Gente normal que decidió abrir su negocio y crear empleo y riqueza.

La subida del salario mínimo no va a destruir empleo

Cuando algunos dijimos que esa subida unilateral del salario mínimo interprofesional iba a destruir empleo, rápidamente se nos tachó de traidores. Es costumbre señalar con el dedo a los disidentes. De hecho ya lo ha hecho. Sectores como el agrario, las personas menos cualificadas y las empleadas del hogar ya han visto como caía el número de trabajadores. La mayoría han acabado en la economía sumergida, tipical spanish, cobrando en negro. Sin cotizar y sin protección social cuando les llegue la hora de la jubilación.

Todos ellos han pensado lo mismo: virgencita porque no me dejaste como estaba. El mercado, por mucho que intentes regularlo, vigilarlo y limitarlo acaba encontrando la manera de equilibrarse. Porque al final un mercado no es otra cosa que un conjunto de individuos que toman sus propias decisiones. Y esos individuos estamos programados de fábrica para una sola cosa: sobrevivir. De esa manera, el mercado tiene un único objetivo que engloba a todos los que forman parte de él: sobrevivir. Y esa supervivencia radica en el equilibrio.

Cola del paro

La primera consecuencia de esa subida es que todos lo que estaban en el límite han sido eliminados. Ese límite inferior del mercado ha subido. Ahora son otras empresas las que se colocan en el límite. Uno de los mayores errores que comete cualquier empresario es tirar hacia delante cuando aparecen las pérdidas. Sin hacer cambios, sin afrontar reformas, sin buscar nuevas ideas. El 99% de esas situaciones acaban siempre igual. El bache acaba en socavón y finalmente en hundimiento con desplome. La mercería de Antonio cierra. Es solo cuestión de tiempo. Y eso no solo afecta a Antonio, sino también de manera directa a sus dos empleadas. Que pasan, curiosamente, de cobrar el flamante salario mínimo interprofesional, a cobrar el 60% de ese SMI en forma de prestación por desempleo.

Fíjate que curioso, dos personas que aportaban a las arcas públicas todos los meses, pasan a depender de esas mismas arcas. ¿Adivinas quién paga? Pista: no es el Gobierno, eres tú

La subida del salario mínimo interprofesional va a generar empleo

No contentos con mentirte a la cara diciéndote que no iba a destruir empleo subir el salario mínimo interprofesional, te dicen que va a generar empleo. Lógica aplastante, la gente cobra más, consume más, hay que producir más, se va a necesitar más mano de obra.

Ya hemos visto que, lejos de cobrar más, ha habido mucha gente que ha pasado a cobrar un 40% menos y otras que directamente no cobran nada. Esos está bastante claro que no van a consumir más.

Luego tenemos a los que se han quedado y, efectivamente cobran más. Pero para que esos cobren más, alguien tiene que pagárselo. El monstruo del empresario afronta esa subida del salario mínimo de la manera más sencilla. Porque no le queda otra. Sube los precios de sus productos. ¿Y quién paga eso? A estas alturas de la lectura ya deberías haberlo adivinado. pero por si acaso aún no te has dado cuenta, lo pagas tú. Y tú, al que no te han subido el sueldo y que, probablemente te lo hayan bajado unos euros por la subida del IRPF, tienes que comprar las mismas cosas, más caras con menos dinero. Joder, pues vaya mierda.

Fíjate qué panorama queda: menos gente para consumir porque ya no trabaja. Y tú que vas a comprar menos cosas porque tu sueldo cada vez da para menos. Y eso sin contar el efecto del resto de subidas que se avecinan. Total, el consumo se reduce. Y si el consumo se reduce, hace falta producir menos cosas y si se producen menos cosas, sobra gente trabajando…

Pero en una cosa no te han mentido, si la gente tiene más dinero, consume más. Eso está teóricamente demostrado por la existencia de la propensión marginal al consumo. Pero la única manera de que tengamos más dinero en el bolsillo, es que el Estado deje de robarnos a mano armada por cualquier acto que realizamos. Por eso, si baja el tipo impositivo, sube la recaudación, pero, nuevamente, eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

La subida del salario mínimo nos beneficia a todos

Y una mierda. Ya lo hemos visto. Ni genera empleo, ni incrementa el consumo, ni beneficia a nadie. Que lo único que supone es un incremento de costes salariales. Destrucción de empleo, bajada del consumo, descenso de la productividad, inflación y barreras de entrada al mercado de trabajo para jóvenes y personas poco cualificadas. Al menos la próxima vez que discutas con tu cuñado el de Podemos o el socialista del partido que sea, tendrás algún argumento mas…

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Pedro Pablo Moral

Licenciado en ADE. Experto Universitario en Gestión de RRHH por competencias-

Esta entrada tiene un comentario

  1. Me sorprende que aún a día de hoy haya tanta confusión respecto a este tema, que a estas alturas yo esperaría que la gente estuviese más informada.

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